Fecha de Publicación: 10 de enero de 2021
Fecha de Publicación: 10 de enero de 2021
Frente a la reducción de la cantidad y calidad de los recursos hídricos que cada vez se van agudizando más y se acentúan en la época seca y por los fenómenos climáticos relacionados al cambio climático en los territorios del altiplano andino que abarca el sistema Titicaca-Desaguadero-Poopó-Salar de Coipasa (TDPS), las comunidades campesinas e indígenas, han retomado o en su caso no han dejado de prácticas varias estrategias de cosecha de agua.
En esta región del sistema existen grandes territorios que sufren de déficit de agua para las actividades domésticas, agrícolas y pecuarias, por lo que desde el proyecto GIRH-TDPS se ha encargado el servicio de “Inventario y documentación de prácticas y conocimientos tradicionales y ancestrales pertinentes a la conservación y utilización sostenible de recursos hídricos y biodiversidad nativa del sistema TDPS”.
La investigación en el lado boliviano del sistema, devela las principales estrategias que las comunidades campesinas e indígenas nos enseñan desde hace muchos años; tipos de estrategias relacionadas a la cosecha de agua, mejorando a través del tiempo esta práctica, mediante el diálogo de saberes, logrando una tendencia hacia su revalorización y mantenimiento, sobre todo como respuesta al cambio climático.
En esta ocasión presentaremos la siembra y cosecha de agua que se realiza gracias al agua de lluvia que generalmente es de muy buena calidad y sólo requiere de una filtración simple antes de almacenarla. Al cosechar agua de lluvia se mejora la disponibilidad de agua para diferentes usos.
La captación de agua de lluvia es una de las opciones más reales para proporcionar agua a aquellas comunidades que no cuentan con este recurso. Se puede establecer sistemas de captación para consumo humano a nivel familiar y a nivel comunal. Es posible captar, filtrar, almacenar y hasta envasar agua de lluvia.
La cosecha de agua de lluvia se refiere a estructuras que conducen el agua por medio de canaletas, a un filtro para su almacenamiento y uso posterior. Cualquier superficie adecuada de techos, como tejas, láminas o plásticos (pero no asbesto) pueden ser ocupadas para interceptar el flujo del agua y proveer de una fuente segura de este líquido.
Estas son las técnicas más usadas:
Q’ochas
Las q’ochas son pequeños depósitos temporales de agua, ubicados en las laderas y formados por diques de tierra compactados que retienen y represan el agua de lluvia. Estas estructuras son hechas por las familias con pico, pala y barrenos. El dique está hecho con mucho cuidado, escogiendo un material arcilloso para construir por capas compactadas. En muchos casos, las q’ochas son reservorios de agua que se infiltran para permitir que el agua continúe su recorrido en el subsuelo.
Atajados
Son q’ochas grandes, construidas generalmente con maquinaria (Caterpillar D8 o D7). Con esta maquinaria se hace la excavación en sitios donde hay suelo arcilloso, arcillo limoso o arcillo arenoso. En todo caso, el material del lugar debe ser mayor a 30% de arcilla. Los criterios técnicos más relevantes que se toman en cuenta para emplazar un atajado correctamente son la ubicación del emplazamiento del atajado, topografía y pendiente del terreno natural.
Micropresas
En muchos casos, el terreno de una quebrada seca puede servir para construir una pequeña presa de tierra. A lo largo de la quebrada se recomienda buscar un sitio garganta, es decir, con algún lugar angosto donde se pueda hacer fácilmente la excavación y construcción de un dique de tierra. Pero para la construcción del dique, el suelo debe ser arcilloso con alguna pedregosidad angular (piedritas con ángulos) para que se compacte bien.
Zanjas de infiltración
Son canales sin desnivel, construidos en las laderas del área tributaria de la q’ocha, con el objetivo de captar el agua de escorrentía producto de las lluvias. Evitan procesos erosivos, permitiendo la infiltración del agua en el suelo. El espaciamiento entre zanjas debe permitir un control adecuado de la erosión, las zanjas deben almacenar un determinado volumen de agua de lluvia y favorecer el crecimiento de plantas.
Las prácticas ancestrales referidas a la cosecha de agua se adaptan a diferentes tipos de territorios, sobre todo en función a las características del suelo y pendiente de las áreas de cultivo.
Algunos factores que podrían haber propiciado la reducción de su práctica, es la pérdida o interrupción de la transmisión de conocimientos intergeneracional del saber, debido a principalmente una fuerte migración de los jóvenes a las ciudades, y el esfuerzo físico y tiempo que implica.
El inventario también se realiza en el lado peruano del sistema TDPS, cuya información se dará a conocer en una próxima entrega. La información servirá en la construcción del Plan de Acción Estratégico que construye el proyecto GIRH-TDPS para apoyar a las autoridades y representantes en la toma de decisiones para paliar los efectos negativos que amenazan a este sistema transfronterizo.